Continuaremos hablando acerca de cómo la anemia puede afectar la salud de los niños y las causas que la pueden provocar, en el día de hoy empezaremos por contarte acerca de las anemias que pueden ser generadas como consecuencia de una enfermedad.
El día de hoy hablaremos acerca de la anemia que pueden sufrir nuestros pequeños. Recordemos que la anemia es la falta de glóbulos rojos o hemoglobina en el organismo. La hemoglobina es una proteína que se caracteriza por tener alto contenidos de hierro, se encuentra presente en los glóbulos rojos permitiendo que lleve el oxigeno a los distintos tejidos.
Se ha comprobado que pinzar el cordón umbilical unos minutos más tarde ayudaría a prevenir la anemia ferropénica. El retraso de unos tres minutos después del parto se relacionaría con una disminución en la tasa de anemia en los bebés.
Afortunadamente cada vez son más las investigaciones que se realizan en los embarazos para determinar si ciertas enfermedades, que se desarrollan en un futuro, vienen determinadas por algunos hábitos, carencias o necesidades que se presentan durante la gestación. Y es que si, hasta hace unas cuantas décadas, apenas se valoraba ese importantísimo periodo en el desarrollo humano, ahora, e intentando buscar explicaciones para ciertos trastornos de salud, el seguimiento es exhaustivo para que nada, o casi nada, quede al azar.
La anemia puede afectar a los pequeños mucho más de lo que pensamos, por eso si notas que tu pequeño está más pálido, apático o se cansa con mayor frecuencia de lo habitual debes prestar atención ya que se podría estar frente a un caso de anemia. Hoy te daremos algunos consejos para que puedas evitarla.
Ya sabemos que la alimentación que seguimos, cuando estamos embarazadas, resulta determinante para el desarrollo de nuestro bebé. Una carencia de ciertos nutrientes puede ser fatal para su salud física y mental. Por eso, en muchas ocasiones, se nos aconseja tomar un aporte extra de nutrientes, como suele ocurrir con el ácido fólico. Ahora, además, también se une otro de esos ingredientes fundamentales: el Omega 3.
Uno de los males más frecuentes durante el embarazo es la anemia y la falta de hierro. Esta carencia suele acarrear importantes problemas en el desarrollo del bebé, es por ello que, al igual que el ácido fólico, nuestro ginecólogo nos recetará algunos suplementos vitamínicos para compensar esa carencia a lo largo de la gestación.
La anemia es la falta de glóbulos rojos o hemoglobina en el organismo, mediante ella se permite el transporte de oxígeno a los tejidos del organismo. Cuando un pequeños está anémico se produce que la cantidad de hemoglobina sea baja, por lo que el cuerpo no recibirá la cantidad de oxígeno necesario.
La anemia se produce cuando existe un déficit de glóbulos rojos en sangre, que a su vez se produce por una baja reserva de hierro en nuestro organismo. La falta de hierro puede ser debida a distintas causas como una hemorragia o pérdidas de sangre pequeñas y continuadas, baja capacidad de nuestro cuerpo para absorber este mineral o problemas en la alimentación. En los niños suele ser muy frecuente cuando se produce un desarrollo acelerado y su organismo requiere dosis más elevadas.