Los tratamientos de fertilidad llegan a estresar a las mujeres que deben pasarlos. Cuando una mujer se enfrenta al problema de que no pueden tener familia llegarán a sentirse estresadas. A esta conclusión se ha llegado a través de un estudio en donde se evaluaron a los cuatro países (de Europa) con mayor cantidad de tratamientos de reproducción asistida, ellos son: Alemania, España, Francia e Italia.
Todas aquellas mujeres que desean ser madres y no lo consiguen, acaban cayendo en un pozo emocional donde la tristeza es el monstruo que alienta todos sus deseos. Cualquier pensamiento puede convertirse en negativo, y la desesperanza ocupa cada rincón de sus sentimientos. Viendo que los meses pasan uno tras otro, y sin ver que existe un problema "real" para su infertilidad, el embarazo se convierte, entonces, en una profunda obsesión de oscuros laberintos que desembocan en un irremediable estrés emocional.
Quizás hayas observado como tu niño aprieta los dientes o los hace rechinar sin ningún motivo aparente. Es como si todo el día estuviera masticando o tuviera una necesidad imperiosa de ejercitar la mandíbula. A esta acción, generalmente involuntaria, se denomina bruxismo y suele ser muy frecuente en los niños durante la época del cambio dental, cuando cambian sus dientes de leche por las piezas definitivas.
Recientemente se ha realizado un estudio en el Karolinska Institutet de Suecia, donde se ha comprobado que los bebés que no padecen estrés durante sus primeros meses de vida, están más protegidos frente al desarrollo de posteriores alergias. Y esto es, según los investigadores, debido a que presentan bajas concentraciones de cortisol, la hormona que se detecta en la saliva y que es segregada, en cantidades importantes, cuando estamos sometidos a situaciones intensas de estrés.
Uno de los momentos más tensos para una mujer embarazada es la previa al parto. Los nervios que deben florecer en esos momentos finales la pueden llegar a trasladar a un estado de ansiedad poco conveniente. Pero siempre se puede llegar preparado para evitarlo.
Ya conocemos la cantidad de perjuicios y trastornos que puede ocasionar en nuestro bebé si padecemos de estrés durante el embarazo. Cada día van saliendo nuevos problemas ocasionados por un ritmo de vida desenfrenado, y que acaban por alterar el sistema inmunológico y nervioso de nuestro pequeño. Por esto es importante que intentemos tomarnos las cosas con más calma y procurar que nuestros días acaben llenos de una tranquilidad con la que envolver a nuestro chiquitín.
El déficit de hierro en el recién nacido o el bebé puede causar retraso en el desarrollo, infecciones y otros problemas de salud. Se sabe que el tabaco, la diabetes y la anemia de hierro en la madre son factores de riesgo para que el bebé también sufra de falta de este mineral. Ahora también se relaciona la carencia de hierro en el niño con el estrés de la madre durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre.
En algún momento del embarazo es muy normal que sin darnos cuenta estemos estresadas, tanto cambio físico y mental puede hacer que nos resintamos. Hacer ejercicio y llevar una dieta saludable puede ayudarnos a sobrellevar este cambio sin que nuestro cuerpo se agote en exceso. Un alimento que puede actuar como protector de la placenta ante este estrés es el zumo de la granada. En otras ocasiones ya hemos hablado de sus beneficios e incluso de la manera de preparar el zumo.
Una investigación realizada por psiquiatras y neurocientíficos de la Universidad de Washington Escuela de Medicina en San Louis, ha podido confirmar los beneficios de criarse en un ambiente lleno de afecto. Siempre se ha relacionado el ambiente acogedor con mejores rendimientos del niño en el colegio o con un buen desarrollo, pero por primera vez ha podido demostrarse científicamente.
Ser madre puede ser muy estresante, y con más motivo para las primerizas y para las mamás de bebés con alguna necesidad especial. El estrés puede afectar a la salud, por lo que el resultado del estudio que comentamos hoy, no nos extraña. Investigadores de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, han comprobado que tener un bebé con bajo peso al nacer, puede perjudicar la salud de la madre a los cinco años.
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