
El verano, con sus vacaciones y tiempo libre, puede ser un buen momento para enseñar a los niños nuevas técnicas y actividades distintas a las que le dedican el día a día. La cocina, por ejemplo, suele ser una estupenda actividad con las que los peques aprenden muchas cosas nuevas, además de enseñarse a valorar la alimentación y las necesidades que tiene nuestro organismo.
Uno de los alimentos que más gusta a los niños es, sin duda, el chocolate. Mejor rectifico, a los niños y a los adultos, ¿para qué negarlo a estas alturas?. El chocolate contiene múltiples beneficios que les ayudará a un óptimo desarrollo pero, como ocurre con tantos otros, ha de ser consumido con moderación y dentro de una dieta equilibrada.
Más de una vez hemos hecho referencia al pan como un ingrediente imprescindible en una dieta sana y variada. Tiene mala fama y es lo primero que sale en una dieta, pero es todo lo contrario y es un buen aliado para controlar la obesidad infantil. Es un alimento que aporta hidratos de carbono, fibras, minerales y vitaminas, ayudando al equilibrio nutricional. Pero, ¿es lo mismo el pan de molde que el diario?.
El pan de mono, traducido literalmente del inglés, monkey bread, es una receta típica de los Estados Unidos que se toma en el desayuno en fechas señaladas. Probablemente el nombre tiene mucho que ver con que se come con las manos. Es dulce y empalagoso, pero sabroso y una buena forma de incluir la fruta en la dieta de los niños aunque sólo podremos ofrecérselo de vez en cuando.
Uno de los alimentos fundamentales en la dieta infantil es el pan. De trigo, de centeno, acompañando otros platos o usado como bocadillo, resulta ser una pieza fundamental en nuestras despensas ya que le podemos dar una infinidad de usos, resultando apetitoso y atractivo allá donde lo incluyamos. Por eso para nuestros niños es un habitual en su dieta, acompañándole durante todo el recorrido de su vida.
Los que nos seguís sabeís que de vez en cuando nos gusta poner recetas pensadas para niños. Cambiar la presentación en la mesa o esconder algunos alimentos que no les gusten mucho, pueden ayudarnos a proporcionarles diversión y una dieta más completa. El sushi no es un plato infantil por el vinagre aunque hay versiones para niños. Sin embargo hoy nos quedamos sólo con el formato que puede conseguir los objetivos que buscamos.
En época de calor intenso como ocurre en el verano, hay muchas veces que se te pasa el hambre y sólo te apetecen cosas fresqueras y fáciles de tomar. Esta sensación no sólo le ocurre a los adultos, sino que le pasa también a los niños. Por eso, por mucho que nos empeñemos en hacerles comer, hay veces en las que el propio calor les resta todo el apetito. Y no podemos dejarles comer sólo helados que es lo que más apetece.
Las recetas divertidas para niños no tienen porque ser complicadas ni con elementos dificiles de encontrar en nuestra cocina. Algo tan sencillo como una rebanada de pan de molde y un huevo puede ser una cena estupenda y que se coman facilmente si ponemos un poco de imaginación. Tan sólo necesitamos además de los ingredientes que hemos contado, un molde para galletas y un poco de margarina o aceite de oliva.