Como hablar con los niños sobre la muerte

Como hablar con los niños sobre la muerte

Escrito por: Belén    29 junio 2010     2 minutos

Por desgracia no todo en la vida son buenos momentos y los niños, antes o después, descubren que las personas cercanas no estarán siempre. Como explicaba Sacra en Uno más en la familia, la capacidad de percepción ante las situaciones difíciles es innata y, por tanto, el niño necesita de una explicación. El Dr. Juan Carlos Trallero, especialista en Medicina Familiar, firma una reflexión sobre nuestra actitud frente a la enfermedad y la muerte y como lo transmitimos a los niños.

Para el doctor Trallero, evitar hablar de la enfermedad y la muerte como una forma de proteger a los pequeños, sólo conseguirá confundirles y hacerles más daño del que pretendemos ahorrarles. El niño percibe el dolor y sin una explicación comprensible arma la suya propia, que suele ser equivocada. Además se sentirá apartado y no llegará a comprender lo que está sucediendo. Según explica el doctor, debemos asumir que no es malo que los niños sientan nuestra tristeza y experimenten su propio duelo. Siempre, sintiendo que están acompañados, que son queridos y dándoles las explicaciones que puedan comprender y les ayuden a superar la pena.

Por mi propia experiencia se que esto no es fácil de llevar a cabo. Plantearte que tu hijo sufra aunque sea una pequeña parte del dolor tan tremendo que tu estás sufriendo, es inconcebible. Estoy de acuerdo con que necesitan una explicación, saben que algo pasa y que no es bueno. Pero la forma de hablar con ellos depende de la edad. Un niño que aún no sabe el significado de la palabra «nunca» seguirá esperando ver a su abuelo cuando vaya a ver a la abuela, por mucho que le hayamos dicho. Aún así será mejor contestar a sus preguntas una y mil veces que dejar que su imaginación le haga tener ideas equivocadas.

Sin embargo hay edades en que no debemos menospreciar su capacidad de comprensión. Como explica el doctor Trallero en su artículo, el niño oye frases, ve gestos, percibe que la situación es extraña y se forma su propia idea. Aunque tendrás que compartir el dolor con él, también le estarás ayudando a superarlo y enfrentarse de forma más realista con la vida.

Eso sí, prepárate para las preguntas que vienen después tipo, ¿Cuándo te vas a morir? y el temor que encierran. Porque cuando descubren la muerte, pronto se dan cuenta de que sus padres también son finitos y hay pocas cosas que asusten tanto a un niño como perderles.

Vía | La Vanguardia
Foto | Flickr-Myoldpostcards