El móvil afecta a la actividad cerebral

El móvil afecta a la actividad cerebral

Escrito por: Belén    28 febrero 2011     2 minutos

Practicamente desde que aparecieron en el mercado y sobre todo desde que se popularizaron, los móviles han sido sospechosos de afectar al cerebro. Ahora se sabe que efectivamente lo hacen, pero se desconoce si es algo bueno o malo. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos y publicado en JAMA, ha comprobado que hablar por el móvil estimula algunas zonas cerebrales.

Los investigadores realizaron un PET a 47 voluntarios mientras mantenían una conversación de 50 minutos por un móvil situado en la oreja derecha y con otro idéntico apagado en el lado izquierdo. Lo mismo se hizo con ambos móviles apagados. A los participantes se les midió el metabolismo cerebral de la glucosa en las dos ocasiones, un indicador de la actividad neuronal.

Se comprobó que durante el uso del móvil las áreas cerebrales cercanas a la antena del teléfono, el cortex orbitofrontal y el lóbulo temporal, aumentaban su rendimiento en un 7 por ciento, una cifra similar a cuando procesamos una imagen. Los autores afirman que, «Estos resultados proporcionan la evidencia de que el cerebro humano es sensible a los efectos de los campos magnéticos modulados producidos por una intensa exposición a un teléfono móvil. Pero, los resultados no proporcionan información alguna sobre su posible relación con efectos cancerígenos derivados del uso crónico de teléfonos móviles. Habrá que realizar nuevos estudios para establecer si los efectos observados pueden tener, a largo plazo, algún efecto negativo sobre la salud». Tampoco pueden confirmar que el efecto no sea beneficioso.

En todo caso avisan que los niños no deberían exponerse. Afirman que es preferible que en caso de utilizar un móvil, lo hagan con un dispositivo de manos libres o se comuniquen mediante mensajes de texto. La doctora Nora Volkow, principal autora del estudio explica que hay que tomar precauciones, «particularmente en niños y adolescentes cuyos cerebros son mucho más vulnerables a las intromisiones de este tipo».

Fuente | ABC
Foto | Flickr-Eyeliam