5 consejos para aprender a decir no a tu hijo adolescente

Decir no, en ocasiones, parece sencillo. Sin embargo, existen otros momentos en los que es preciso mantener la firmeza en una postura que puede encontrar la resistencia y el desacuerdo de un hijo adolescente. Como progenitor, puedes tener una visión clara de aquello que consideras que es conveniente para él. ¿Cómo aprender a decir no incluso en aquellas ocasiones en las que te parece difícil mantener tu decisión?
1. Enfócate en el sentido positivo del no
Aunque dicha palabra se alinea con el concepto de límite, tiene un sentido positivo. Por ello, enfócate en aquello que aporta a tu hijo desde una perspectiva educativa, emocional o vital. Más allá de ese límite, puedes conectar con la otra perspectiva: qué oportunidad o aprendizaje encuentras en dicha medida.
2. Ten empatía con tu hijo
Sin embargo, eso no significa que tú tengas que cambiar de opinión. Desde su perspectiva, él puede sentir que aquello que tú consideras más adecuado rompe con sus expectativas, aquello que le gustaría hacer o cualquier idea que había previsto a corto plazo. De este modo, puede mostrar su insistencia para hacerte cambiar de opinión y darte diferentes motivos para que modifiques tu postura. Tal vez se enfade, se rebele o te ponga a prueba. Puedes tener empatía con su perspectiva, sin perder de vista el lugar desde el que has considerado qué querías hacer al respecto.
3. Explica los motivos de tu decisión
No se trata de decir no de una forma rígida o autoritaria. De hecho, puedes dialogar con tu hijo adolescente, ya que la confianza entre ambos es clave. Por ejemplo, explica cuáles han sido los motivos de tu decisión. No tienes que justificarte ante tu hijo, simplemente, puedes hablar con claridad sobre tu mensaje.
4. Prioriza lo importante
Como padre de un hijo adolescente, es probable que consideres que muchos detalles son relevantes. Sin embargo, no todos ellos tienen el mismo nivel de importancia.
5. Valida tus emociones y tus sentimientos
Como padre puedes llevar a cabo una importante labor de acompañamiento emocional. Pero, además de atender las emociones de tu hijo, también tienes que estar en conexión con tu propio centro. Valida aquello que sientes, expresa tus emociones, fomenta tu introspección y abraza tu propia vulnerabilidad interna. Y es que, incluso cuando intentas tomar las mejores decisiones, surgen dudas porque como padre sabes que puedes equivocarte.
Aprende a decir no a tu hijo adolescente. Porque a través de tu firmeza, tu coherencia, tu protección y tu amor también le proteges y le transmites un mensaje positivo. Y es que, la propia vida impone su ritmos, sus límites y sus imposibles. Y los límites pueden ser una medida esencial para prevenir la frustración y potenciar la resiliencia ante la adversidad.
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