Campamento de verano para niños
Posiblemente uno de los destinos más apetecibles para los niños durante el verano es el de los campamentos. Localizados en plena naturaleza, pudiendo disfrutar del aire libre y de un sin fin de actividades nuevas y divertidas que difícilmente se pueden realizar en la ciudad, son un objetivo a tener muy en cuenta para que los pequeños abran su visión del mundo a nuevas experiencias y relaciones especiales.
Pero aunque a priori puede resultar un destino idílico, debemos valorar primero si nuestro niño va a ser capaz de vivir esta experiencia de forma positiva o si, por el contrario, le va a suponer una vivencia traumática, de esas que, a lo largo de tu vida, se te quedan grabadas a fuego en el lado más oscuro de tu existencia emocional. Por eso, antes de nada, debemos tener en cuenta ciertos aspectos importantes.
Es a partir de los 6 o 7 años cuando podemos plantearnos la posibilidad del campamento, antes de esa edad se entiende que los niños todavía son muy pequeños, no dominan bien el lenguaje y están más centrados en sí mismos. A partir de los 7 los niños ya van adquiriendo más autonomía y les interesa el mundo que les rodea, así como abrirse al resto de compañeros. Pero el grado de madurez afectiva no es igual para todos, hay pequeños que, aun a esa edad, están todavía muy apegados a su familia y cualquier variación en los hábitos, fuera de su entorno, les puede causar todo un drama. Una forma de saber si puede estar preparado es si alguna vez se ha quedado a dormir fuera de casa de buen grado o hasta que punto depende de ti para la mayoría de gestos cotidianos.
También hay que tener en cuenta la sociabilidad de nuestro niño, ¿es solitario?, ¿le cuesta relacionarse con los demás?, ¿le gustan las novedades?… o también preguntarnos cual ha sido el contexto familiar en el que ha vivido el niño durante los últimos meses: ausencia de algún familiar, separación de los padres o el nacimiento de un hermano… en estos casos quizás lo mejor es que el niño disfrute sus vacaciones en familia.
En cualquier caso, la edad ideal para ir de campamento es entre los 10 y 11 años ya que de esta forma vamos a ir fomentando su independencia. A estas edades el tiempo elegido para las vacaciones puede ser, perfectamente de quince días, en el caso de ser menor con una semana tendrá suficiente. No debemos olvidar a la hora de escoger el campamento, tener muy en cuenta sus gustos personales y así escoger uno que realice actividades concretas acordes a sus preferencias. En el caso de ser un niño muy curioso, lo mejor es optar por uno que contenga actividades nuevas. En semanas anteriores ya os hablamos del Space Camp, que se realizará en Cataluña y en el que los pequeños tendrán la oportunidad de aprender muchas cosas sobre la astrología.
Vía | Con mis hijos
Dibujo | Tropa Scout Gpo3
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