Ley del hielo: ¿Cómo impacta en la relación con los hijos?

Ley del hielo: ¿Cómo impacta en la relación con los hijos?

Escrito por: Maite Nicuesa    4 diciembre 2022     3 minutos

La ley del hielo no solo puede analizarse en el marco de una relación de pareja, sino que su influencia negativa también se traslada a los niños

Los conflictos están presentes en todas las familias. No siempre hacen referencia a situaciones que son negativas en sí mismas. Sin embargo, existen respuestas que pueden entorpecer el diálogo o la búsqueda de una solución. La ley del hielo en el ámbito familiar se manifiesta en varias direcciones, aunque desde perspectivas diferentes.

Cuando padres y madres utilizan y aplican la ley del hielo

La ley del hielo emplea una metáfora para describir la respuesta que adopta aquel que se cierra ante el conflicto. Y utiliza el silencio y la indiferencia hacia el otro como una forma de castigo, chantaje o manipulación. Conviene puntualizar que es una forma de comportamiento que cualquier persona ha podido adoptar en un momento concreto y puntual.


Sin embargo, el verdadero problema se manifiesta cuando se convierte en la forma de respuesta habitual ante cualquier situación que rompe con las expectativas propias, por ejemplo, en los conflictos. Es un fenómeno que, principalmente, se analiza y se estudia en el ámbito de la pareja. Pero puede trasladarse a otros vínculos y roles distintos. La ley del hielo también se enmarca, de un modo negativo, en la interacción con los hijos.

Aunque es una ley que se caracteriza por el predominio del silencio o la tensión emocional, comunica más allá de las palabras. El niño recibe caricias emocionales negativas puesto que la ausencia de una respuesta hiere la autoestima. El reencuentro parece estar condicionado a ese momento en el que el niño cambia de opinión, pide perdón o se comporta del modo esperado según la expectativa del adulto. Mientras tanto, recibe el peso de la indiferencia y la distancia. No se siente escuchado, valorado o comprendido. La ley del hielo, cuando se repite en numerosas ocasiones, no alimenta un apego seguro.

En ocasiones, los padres que repiten el esquema habitual de la ley del hielo, imitan un comportamiento que observaron en sus padres cuando eran niños.

Ley Del Hielo En Los Ninos Hacia Los Padres

La ley del hielo en los niños: ¿Cómo responder con inteligencia emocional?

El sentido del comportamiento en este caso es diferente. En la primera opción, el progenitor actúa desde la perspectiva de un adulto responsable. Por este motivo, cuando es el niño quien utiliza el silencio, como una forma de indiferencia cuando se enfada, es importante que los padres apliquen la inteligencia emocional y la empatía en la respuesta. Es decir, sus decisiones no deben estar determinadas por el deseo de agradar constantemente al niño. La solución al conflicto no reside en eliminar un límite o ceder ante un aspecto que tú consideras importante para tu hijo.

Sin embargo, el acompañamiento emocional y la cercanía son ingredientes nutritivos frente a la distancia generada por el silencio. Quizá el niño se sienta enfadado, decepcionado, molesto o frustrado. Y también tiene el derecho de sentir otras muchas emociones y sentimientos posibles. El silencio puede ser la forma en la que afronta la situación. Esa respuesta es pasajera y temporal. Muestra tu disposición para hablar sobre lo ocurrido cuando lo desee. Es decir, no respondas con un silencio absoluto a su aparente indiferencia.


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