
La calidad del tiempo no deja en un segundo plano el valor de la cantidad de momentos compartidos en familia. Sin embargo, no todos los instantes vividos con los niños, o en cualquier otro ámbito de la vida, tienen el mismo significado. Los instantes de calidad son aquellos que dejan huella desde el punto de vista subjetivo. Es decir, son aquellos espacios que se invierten en un objetivo importante, aunque sea a través de un plan cotidiano. En sentido estricto, cualquier segundo, minuto u hora es un verdadero regalo.
Las carencias que se manifiestan en el ámbito de la comunicación familiar pueden convertirse en un impuso para padres y madres que desean desarrollar nuevas habilidades. La comunicación desde el yo pone en valor el significado de la asertividad. A diferencia de aquellos mensajes que muestran un tono de reproche o ataque personal, la práctica de la comunicación desde el yo es clave para que el emisor conecte con sus emociones y sentimientos.
La inteligencia emocional es, como hemos indicado en otras ocasiones en El Blog Infantil, un pilar clave en la vida familiar. Por ello, es un componente que muchos padres y madres integran en la educación de sus hijos. La perspectiva sistémica de la unidad familiar muestra diferentes vínculos que pueden crecer y consolidarse (pero también estancarse). El conocimiento mutuo enriquece las relaciones afectivas.
Los conflictos están presentes en todas las familias. No siempre hacen referencia a situaciones que son negativas en sí mismas. Sin embargo, existen respuestas que pueden entorpecer el diálogo o la búsqueda de una solución. La ley del hielo en el ámbito familiar se manifiesta en varias direcciones, aunque desde perspectivas diferentes.
Los cambios positivos que se desarrollan en el plano de la comunicación elevan el nivel de felicidad cotidiana en un hogar. La comunicación asertiva y bidireccional nutre a la familia como un sistema. ¿Cómo mejorar el diálogo con los hijos de tu pareja? En El Blog Infantil compartimos cinco claves esenciales.
Las conversaciones familiares fortalecen la calidad de la comunicación entre padres e hijos. Pueden cultivarse de forma intencional y consciente en un mundo en el que el ritmo de la corriente parece no dejar el espacio necesario para prolongar el diálogo. ¿Qué beneficios ofrecen las conversaciones familiares entre padres e hijos?
El comienzo del curso escolar, una actividad extraescolar o un taller educativo representa el camino de un proceso de aprendizaje y, también, de interacción con los demás. En ocasiones, muchos de los alumnos no se conocen cuando se encuentran por primera vez en el aula. El protocolo habitual en un entorno de relación social es que cada uno se presente ante los demás.
El aprendizaje colaborativo facilita el trabajo en equipo. En el contexto del grupo se produce un descubrimiento directo: el resultado final del proyecto depende de la implicación de cada uno de los participantes. En consecuencia, se crea una situación de interdependencia positiva. La labor de cada uno forma parte del puzle que enriquece la experiencia de aprendizaje.
Existen diversos tipos de juegos que producen beneficios positivos en la infancia. El término “drama” es asociado, habitualmente, con algunas películas, obras de teatro o libros. Sin embargo, algunas dinámicas divertidas y creativas para niños tienen un componente dramático.