Proceso de divorcio con hijos: cómo desdramatizar la situación

Proceso de divorcio con hijos: cómo desdramatizar la situación

Escrito por: Maite Nicuesa    27 diciembre 2023     3 minutos

Aunque la decisión de formalizar el divorcio no sea una experiencia sencilla, es importante no dramatizar el proceso a través de la forma de afrontarlo

Las Navidades son muy complejas en muchas familias. Por ello, el número de separaciones y divorcios suele aumentar durante el mes de enero. La forma de interpretar o vivir lo que implica el punto final de una historia de amor puede añadir todavía más sufrimiento interior.

Desdramatizar el divorcio no significa quitarle valor, puesto que la pareja necesita vivir un proceso de duelo (que en algunos casos ya ha comenzado antes del adiós definitivo). Sin embargo, desdramatizar un proceso de divorcio, cuando la decisión implica a los hijos en común, es un ejercicio de inteligencia emocional.


Consejos Para Desdramatizar Un Proceso De Divorcio Con Hijos

Hay otras alternativas que pueden ser más dramáticas que el divorcio como una convivencia muy negativa

Los protagonistas de la historia pueden vivir emociones muy diferentes en este contexto: tristeza, enfado, rabia, esperanza, liberación, alegría… Sin embargo, también es habitual asociar la experiencia del divorcio con un fracaso vital. Y esa percepción pesa ante uno mismo y ante los demás (especialmente cuando el afectado concede una importancia excesiva a la opinión del entorno cercano). Existen otras realidades que pueden ser más limitanes todavía para la pareja y para los hijos.

Una convivencia que está condicionada por las discusiones frecuentes, la incomunicación y los silencios incómodos es un ejemplo de ello. La decisión de la separación o el divorcio no es sencilla en sí misma. Sin embargo, es un paso que, generalmente, supone avanzar hacia un escenario en el que ambos consigan reencontrarse desde el rol que les sigue uniendo a partir de entonces: el vínculo de padres permanece. Supone avanzar hacia una dirección positiva, especialmente, cuando antes de gestionar ese trámite, ambos han intentado recuperar la confianza.

El propio paso del tiempo muestra una perspectiva distinta de un proceso que puede ser muy complejo en esencia. Aunque el caos, el sufrimiento, las dudas o las emociones desagradables que suelen irrumpir en este momento no duran eternamente. El divorcio puede desarrollarse de forma amistosa. El otro no se convierte en el enemigo a partir de ese momento. Conviene no olvidar lo vivido en común porque el punto de inflexión no borra la historia previa.

El nivel de dramatismo aumenta cuando el discurso interior gira en torno al «yo». Sin embargo, es posible cambiar la perspectiva de la situación para reflexionar sobre cómo este proceso puede influir en el bien común o en la realidad del menor (que tiene la posibilidad de disfrutar de tiempo de calidad con sus padres sin estar expuesto a las carencias de una convivencia muy desgastada o deteriorada).

Como Desdramatizar Un Divorcio Con Hijos

Cómo desdramatizar la situación para avanzar de forma positiva desde la colaboración

Es importante desdramatizar para tomar conciencia de cómo cada uno influye a través de sus acciones, actitud y comportamiento en la evolución del proceso. Este es un buen momento para que cada uno priorice el tiempo y la comunicación con familiares y amigos que aportan compañía, respeto hacia las decisiones ajenas, apoyo emocional y amor propio. El nivel de dramatismo tiende a crecer cuando la persona gira constantemente en torno al hecho en sí mismo. Por el contrario, la perspectiva es más amplia cuando cuida otros vínculos afectivos (que le devuelven otra mirada de la realidad).

El divorcio supone una nueva etapa que cada uno debe abordar desde una perspectiva integral. Algunas cuestiones son específicas del ámbito personal. Pero también hay otros objetivos comunes que requieren de la colaboración e implicación de ambos. Por otra parte, quienes viven un proceso de divorcio pueden encontrar diferentes herramientas para avanzar de forma constructiva hacia la nueva etapa. Y la mediación es un buen ejemplo de ello.


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