Razones para no hablar de deberes en grupo de WhatsApp de padres

Los deberes escolares, en ocasiones, se convierten en tema de conversación de los grupos de WhatsApp de padres. Es un medio que puede resultar práctico para consultar información sobre este tema de forma puntual cuando un alumno ha faltado a clase. Aunque es preferible que sea el propio niño quien pregunte a un compañero. ¿Por qué es recomendable que las tareas escolares no se conviertan en una fuente de información recurrente en los grupos de WhatsApp?

1. La interacción puede volverse interminable

Una cuestión clara y específica en torno a las tareas que debe realizar el alumno, se puede volver confusa e interminable cuando las diferentes aportaciones muestran contradicciones significativas.

2. Esa no es la función de un grupo de WhatsApp de padres

El grupo puede resultar muy práctico cuando se utiliza con un propósito perfectamente establecido. Pero pierde su función esencial cuando se emplea como medio para un fin que no depende, directamente, de los progenitores. Es decir, los deberes escolares son competencia de los niños.

3. Evitar una forma de sobreprotección

Cuando los deberes y tareas escolares se convierten en tema de conversación en los grupos de WhatsApp de padres, estos parecen querer contrastar cualquier duda con datos objetivos. No quieren que su hijo olvide en casa algún material o no realice en el plazo previsto una actividad. En definitiva, los adultos asumen una responsabilidad que adquiere el peso de la sobreprotección. El aprendizaje que aportan los deberes va más allá de la adquisición de conocimientos sobre diferentes materias. La organización del tiempo, la planificación y el desarrollo de la autonomía son inherentes a la realización de las tareas pendientes.

4. La dinámica puede volverse una costumbre

Los deberes escolares están integrados en el curso. Ocupan un lugar importante en el calendario académico. Por ello, si este tema se introduce en las comunicaciones a través de WhatsApp puede volverse recurrente y quitar el espacio necesario para tratar otras cuestiones más significativas. La dinámica puede llegar a ser una costumbre y dicha costumbre transmite una enseñanza negativa a los niños (aunque los adultos tengan una buena intención).

5. Las dudas sobre deberes deben mantenerse con los profesores del centro educativo

Este tema puede integrarse en las reuniones que profesores y padres mantienen durante el curso. Es decir, la reunión facilita el marco perfecto para establecer un intercambio de información. Los docentes aportan indicaciones que van más allá de las tareas concretas que el alumno debe realizar en cada momento (los datos que se intercambian a través de WhatsApp suelen tener este enfoque). Es decir, las familias pueden conocer información de interés sobre la evolución del alumno de un modo más personalizado.

Los deberes escolares, en ocasiones, se convierten en tema de conversación en grupos de WhatsApp de padres que enlazan una secuencai interminable de mensajes. Sin embargo, las tareas escolares no son responsabilidad directa de los adultos, sino de los niños.

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