Ofrecer a nuestros niños una alimentación sana y equilibrada es fundamental para su perfecto desarrollo, tanto físico como psíquico. Pero también resulta, a menudo, una tarea demasiado complicada. Las frutas, por ejemplo, se convierten en las grandes enemigas de nuestros peques. Sólo a través de la constancia, la educación y, también, el ejemplo, conseguimos que se conviertan en habituales dentro de su dieta diaria.
La alimentación de nuestros niños es fundamental para que crezcan sanos y llenos de energía. A lo largo de sus primeros años es importante ofrecerles alimentos con un buen aporte nutricional, equilibrados y libres de grasas. Por eso las frutas se convierten en esos aliados perfectos en el menú de nuestros niños ya que les dan energía, al mismo tiempo que las disfrutan gracias a su sabor dulce y textura perfecta.
Ya sabemos lo complicado que puede resultar a veces que los peques coman fruta. Por ello inventamos una y mil maneras de prepararla con tal de conseguir el tan logrado objetivo: magdalenas de fruta, granizado de fresa, gelatina multicolor... Hoy queremos compartir con vosotros una receta que hemos encontrado por la Red y que es muy fácil de preparar.
Una vez más nuestros amigos de PequeRecetas nos sorprenden con una receta muy fresca en estos días que todavía no nos ha sorprendido el frío, y que está llena de frutas y colorido. Sin duda, un postre muy impactante par la merienda de todos los chavales a los que, cada vez, es más difícil llamar su atención para que se lleven un bocado de fruta a la boca.
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