El verano está pegando los últimos coletazos y ya se nota en el ambiente una importante bajada de las temperaturas. Así las mangas empiezan a alargarse, los pantalones se hacen largos y, poco a poco, iremos cubriéndonos con más capas de abrigo según el termómetro vaya descendiendo. El otoño está a la vuelta de la esquina y con él, también, el cambio de armario.
El otoño está a la vuelta de la esquina, por lo que todos los miembros de la familia nos estamos preparando con un único fin: no pasar frío. Estamos obteniendo y comprando todos aquellos productos que vayamos a necesitar durante la temporada. Una carrera que parece no tener fin. El tiempo corre en nuestra contra.
Explicarles a los niños los cambios que se producen en la naturaleza no siempre es fácil. Especialmente cuando son muy pequeños no terminan de entender porque ayer hacía muchísima calor y estábamos en la playa, y hoy nos toca coger el paraguas, abrigarnos e ir a la escuela. ¿Por qué se caen las hojas de los árboles o por qué la lluvia se convierte en nieve? son solo algunas de las infinitas dudas que se les van planteando a lo largo de su crecimiento.
Se sabe que en España son un total de diez millones de personas, entre niños y adultos, que padecen dermatitis atópica. Se trata de una enfermedad de la piel que es crónica pero no contagiosa. En los últimos 30 años esta afección se ha visto incrementada casi en un 300 por ciento, una cifra excesivamente elevada que nos hace prever que irá en aumento en los años siguientes.
Con la llegada del otoño se producen muchos cambios a nuestro alrededor. Cambia el paisaje y el aspecto de las ciudades queda invadido por otro colorido, tonos grises, pero también dorados y marrones que nos ofrecen la desnudez de los árboles en todo su esplendor. Es un buen momento para que los niños entiendan todo ese proceso, que si bien queda patente en la naturaleza, también se va produciendo en nuestra vida.
El otoño es una de las épocas del año más hermosas. Si bien venimos de disfrutar del alocado verano y parece que no tenemos demasiadas ganas de entrar en la rutina del calendario, un poco de orden y serenidad nos va a venir estupendamente, sobre todo para que cada uno se ocupe de sus tareas y la vida siga fluyendo entre nuevos objetivos.
. Después del divertido y cálido verano, nos toca sumergirnos en la rutina y en la tibieza de la meteorología. Los árboles se van desnudando de sus hojas, la lluvia aparece con más asiduidad y los días se van acortando hasta que la noche empieza a ocupar parte de la tarde. Es el momento de alargar las mangas y buscar la cálida manta que nos abrigue durante el sueño.
Una de las cosas más características de la época otoñal es la variedad de colores que nos presentan los bosques, las avenidas y los árboles de nuestro entorno. Es una delicia pasear por el campo, por el parque o por aquellas zonas donde la vegetación sigue creando un marco de belleza inigualable. Los ocres se combinan con los dorados, los marrones con los verdes y así toda la naturaleza parece estar preparándose para un inevitable adormecimiento.
La caída de las hojas es un fenómeno típico del otoño muy recurrido para realizar manualidades. Con las hojas secas pueden hacerse multitud de actividades manuales que quedan muy bien para decorar la casa o la habitación de los pequeños. Además, la manualidad de la que voy a hablaros hoy es muy fácil de realizar. Los niños pueden hacer unos bonitos portavelas con motivos otoñales.
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