Durante los primeros años de vida nuestros niños crecen a velocidad de vértigo, así que no es extraño que la ropa y el calzado se les quede pequeño casi sin haberlos usado. Tal y como están la economía últimamente, y los grandes esfuerzos que tenemos que hacer las familias para llegar a fin de mes, no es tan descabalado que intentemos ajustar, al máximo, cualquier gasto. Entre ellos el de la vestimenta.
Cuando sea el momento de comprar calzado infantil para el verano, a nuestros hijos les habrá crecido el pie desde las últimas botas o deportivas que adquirimos. Eso es lo primero a tener en cuenta para no equivocarnos, pero hay más. Los pies: una parte del cuerpo que nos posibilita el desplazamiento, y a cambio ¿qué obtiene?, bien poco ¿verdad?, que menos entonces que nos preocupemos de encontrar un buen calzado confortable y adecuado para las necesidades de los niños.
Con la llegada del verano y las altas temperaturas suele ser habitual que nuestros pies sufran, mucho más si estás embarazada y en los últimos meses de gestación. El peso, los problemas de circulación y la retención de líquidos se unen al calor para que nuestros pies aumenten su tamaño de forma considerable, de hecho a veces es bastante complicado calzarse adecuadamente.
Cuando hablamos de verrugas nos estamos refiriendo a una pequeña excrescencia cutánea que se caracteriza por ser dura y rugosa. Normalmente aparece en las manos en el rostro (tanto de adultos como de pequeños). Ellas aparecen como consecuencia de una infección viral de las células que se encuentran en la superficie de la piel.
Cuando los pequeños empiezan a caminar notaremos, que algunos de ellos, lo hacen de puntillas. Entonces entraremos en duda acerca de si esto es normal o no.
El otro día estaba leyendo los artículos escritos por mis compañeras y si bien son todos muy interesantes hubo uno que me llamo muchísimo la atención, era el de la bikini con relleno. Esto me hizo reflexionar y recordar una discusión que tuve con mi pequeña de 7 años.
Cuando se tiene un segundo hijo, es normal que los padres empiecen a sacar todos los artículos que utilizaron con el primer bebé con el fin de hacer una selección de aquello que se puede utilizar con el nuevo bebé. En este sentido, la mayoría de la ropa que está en buen estado, así como los zapatos suelen ser las cosas que más uso se les da con el segundo niño.