Cómo afrontar un suspenso en un examen
Lo cierto es que en el plano académico, los profesores hablan en exceso de contenidos teóricos, de pruebas y de datos. Sin embargo, tal vez, también deberÃan hablar más de emociones para que una persona no sintiera dentro de sà misma la sensación de fracaso al suspender un examen. Lo cierto es que suspender un examen no es un drama a ninguna edad. Pero a veces, la actitud que adopta la persona frente a esa circunstancÃa sà es dramática y exagerada. Suspender un examen puede enseñar a cualquier niño en su camino hacia la adolescencia que ningún alumno se mide por la nota que obtiene en un examen.
Evidentemente, cuando la evolución académica del alumno es negativa en términos generales, entonces, la situación es distinta puesto que en ese caso, el niño debe asumir que debe estudiar más tiempo, concentrarse más, utilizar las técnicas de estudio adecuadas, como por ejemplo, el resumen o la lectura pausada de los textos. Ante una mala nota en un examen es importante no hacer sentir culpable a un niño. La culpabilidad innecesaria es una de las emociones más tóxicas y dañinas que puede experimentar una persona en cualquier momento de su vida.
Lo cierto es que al igual que los adultos tienen temporadas malas, los niños también las tienen. Y en esa situación tienen más dificultades a la hora de hacer los deberes y concentrarse de forma adecuada. Es decir, el ambiente familiar, un problema de marginación escolar u otro tipo de circunstancais pueden robar al niño la paz interior necesaria para estudiar. TodavÃa seguimos dando más importancia al plano intelectual que al terreno emocional. Por ello, concedemos tanta importancia al rendimiento de un alumno. Lo cierto es que cualquier niño tiene un talento especial dentro de sà mismo, un talento que merece la pena ayudarle a cultivar y a descubrir. Suspender un examen no es un fracaso ni una decepción. De hecho, a veces, puede ser una oportunidad para tomar conciencia de los lÃmites que tienen los niños y apostar por la superación personal.
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