Hay que intentar no transmitir el miedo al dentista a los hijos

Hay que intentar no transmitir el miedo al dentista a los hijos

Escrito por: Belén    17 enero 2011     2 minutos

Se llama odontofobia y la padece el 15 por ciento de la población según la OMS. Como todas las fobias es un miedo enorme e incontrolable, en este caso al dentista. En la mayoría de los casos surge tras una mala experiencia ocurrida habitualmente en la infancia. Pero sin llegar a la fobia, hay muchas personas que sienten miedo, malestar o ansiedad cuando tienen que visitar al odontólogo. Aunque sintamos un pavor incontrolable, hay que poner especial cuidado en no transmitirlo a nuestros hijos.

Realmente hoy día hay pocos motivos para temer al dentista ya que tanto las consultas como las prácticas han cambiado considerablemente en los últimos años. Según explica Carlos García Álvarez, presidente de la Asociación Profesional de Dentistas y autor de ‘¡Horror… tengo que ir al dentista!’, «La odontología es una especialidad que ha cambiado mucho en los últimos años, de ahí que los más jóvenes se hayan convertido en nuestros pacientes sobresalientes. Raro es el pequeño que ha pasado por una situación desagradable. El olor clásico de las consultas ha ido desapareciendo porque muchos de los productos que lo causaban ya no se utilizan. Hay nuevas agujas más finas y pequeñas para introducir la anestesia y los tratamientos son más eficaces».

La visita al odontólogo debe ser una rutina para los niños, al menos una vez al año. No hay que esperar a que tengan la dentadura definitiva, la primera consulta debería ser cuando el pequeño cumple un añito. Tendría que formar parte de la educación que le damos en la higiene de su boca. Si realmente no puedes ocultar el miedo que sientes deberías pedir a alguien que lleve al niño por tí.

Como el ejemplo es la mejor forma de enseñarles, quizá te interese saber que las agujas son mucho más finas hoy día, que hay médicos que te permiten controlar la cantidad de anestesia o parar el torno, e incluso han creado un aparato de estos silencioso. Los profesionales no son ajenos a los odontofóbicos, por tanto no tengas pudor en reconocerlo, te ayudarán a superar la ansiedad y te ofrecerán la opción que menos te moleste. Así tú tendrás una dentadura en condiciones y tu hijo un ejemplo a seguir.

Foto | Flickr-M Peinado
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