A lo largo de todas estas semanas hemos ido viendo como algunos cortometrajes de animación, esas pequeñas joyas cinematográficas, pueden ser nuestro mejor aliado a la hora de explicarles a los niños conceptos tan abstractos como el respeto, la paz o la obediencia. Valores que, a menudo, se nos quedan olvidados dentro de la educación que deben recibir nuestros hijos.
La fantasía desbordada de los niños suele ir, acompañada, de ciertos rasgos de desobediencia. Saltarse las reglas o hacernos perder la paciencia suelen ser algunas de las características más habituales de los niños más rebeldes. Afortunadamente son muchos los recursos de los que podemos echar mano para que la educación de los peques no se convierta en una tortura, ni para ellos, ni para nosotros. El respeto hacia los demás empieza desde el mismo círculo en el que convivimos, así que si una madre no es respetada, difícilmente podremos conseguir que consiga respetar, ese hijo, a los demás.
Desgraciadamente, una de las palabras que encontramos más a menudo en nuestro entorno, especialmente aquellos que tenemos niños en edad escolar, es la de "bullying". Aunque la traducción exacta sería "acoso" y puede emplearse para cualquier persona de cualquier edad, la hemos conocido como uno de esos fenómenos que se producen en el entorno escolar y que tanto daño hace a nuestros hijos, teniendo que sufrirla en silencio y con demasiada carga, incluso, de culpabilidad.
El mundo del cine está lleno de grandes joyas que nos ayudan a pensar, a sentir y a emocionarnos del mismo modo que, también, pueden resultar una herramienta precisa y preciosa para poder educar a nuestros niños, o explicarles ciertos conceptos que nos resulta complicado expresar con palabras. Pero si, además, estas joyas son en formato breve y utilizan la animación para traernos su mensaje, es seguro que pueden ser la mejor manera de abrir una nueva puerta hacia la educación de nuestros hijos.
El mundo de la diversión y el ocio infantil también puede servirnos como fuente de inspiración para enseñarles a nuestros niños la necesidad de fomentar ciertos valores a nuestro alrededor. Aunque son muchas las herramientas de las que disponemos, gracias a la tecnología, muchas veces los padres olvidamos la verdadera importancia que poseen ciertas prácticas para que nuestros niños crezcan en un entorno más amoroso y tolerante, entendiendo que el mundo es un vergel variopinto en el que todos tenemos cabida y, por ello, debemos ser respetados.
La educación no es sólo una tarea que deban realizar los maestros y docentes. A menudo los padres olvidamos que ciertos temas deben ser aprendidos en casa, especialmente con nuestro ejemplo. Los valores como el respeto, la solidaridad o la tolerancia, son necesarios para una digna y equilibrada convivencia entre los seres humanos, sólo así seremos capaces de legar, a nuestros hijos, un mundo mucho más justo y pacífico, en el que todos tengamos nuestro lugar.
Seguimos caminando por ese delicado límite en el que los padres debemos educar a nuestros hijos ofreciéndoles verdaderas lecciones en las que los valores estén presentes. Los libros, el cine o la televisión, están llenos de pequeñas joyas que pueden ayudarnos en este camino. Herramientas precisas en las que se mezcla la diversión, y también el aprendizaje, y con las que los niños entenderán que existe un mundo más allá de su propia cotidianidad.
Educar a los hijos no siempre es una tarea fácil y, mucho menos, agradecida. Además de enseñarles a tener una educación académica o social, también es importante que sepamos ayudarles a entender sus emociones, a poder compartirlas y, también, a hacerles partícipes de un mundo variopinto en el que las formas de pensamientos y creencias son totalmente diferentes, aunque no por ello desdeñables. Un mundo rico en matices cuya máxima debe ser el respeto.
Enseñar a los niños buenos comportamientos, actitudes solidarias o hábitos correctos, no siempre es una tarea fácil. A veces no encontramos las palabras adecuadas o los ejemplos exactos, aunque nunca debemos olvidar que nuestro comportamiento es el mejor referente que va a tener nuestro hijo para tomar su rumbo en la vida. Por eso el mundo del arte dispone, también, de un amplio abanico de pequeñas y hermosas obras maestras con las que satisfacer esas necesidades que nos encontramos ante la educación.
Siempre hemos dicho que llevar a los niños al cine es una de las formas de ocio más divertidas, y que mejor aceptan los pequeños. Dejarse llevar por la magia de la gran pantalla, por la intensidad de sus historias o la alegría de sus personajes, son algunos de los ingredientes que lo convierten en una ventana de magia inigualable. Pero ¿qué te parece si en vez de una película pueden ver varias pequeñas historias?
Campamentos de surf para niños en Galicia durante el verano 
Decorar una habitación infantil con vinilos 
Visitar Disneyland París en familia… ¡Una gran excusa para disfrutar la Semana Mágica!