Del llanto a la onomatopeya, el lenguaje del bebé su primer año

Del llanto a la onomatopeya, el lenguaje del bebé su primer año

Escrito por: Mónica M. Bernardo    30 julio 2010    2 minutos

De hecho, empiezan por llorar en respuesta determinados estímulos como hambre, sueño… Después del segundo mes ya emiten grititos de júbilo y gorgoritos, y así poco a poco van evolucionando hasta que aprenden a decir sus primeras palabras. A los seis meses comienza el balbuceo, un gran avance en su función comunicativa y el bebé aprende los turnos de la conversación: el bebé grita, la mamá contesta y el bebé emite otro sonido.

Es la etapa del balbuceo en la que el niño empieza a combinar vocales y consonantes y encadena sílabas. Se trata de un habla melódica sin esquema fijo que los logopedas pediátricos denominan ecolalia, una reiteración de sonidos o balbuceos. A veces parece que el bebé se estuviera cantando algo o contándose un cuento a sí mismo.

Aunque hay muchas teorías sobre el lenguaje de los bebés, en lo que todos los expertos parecen estar de acuerdo es en que los niños a partir del noveno mes ha de ser capaz de realizar una serie de acciones verbogesticulares. Hablamos de desarrollar los prontoimperativos (señala un objeto para que el adulto se lo dé) y los prontodeclarativos (señala algo que le llama la atención para compartirlo con el adulto).

Lo más importante es que todos estos esfuerzos sean atendidos por el adulto y alentados. El mejor estímulo que puede percibir un niño es que el adulto se interese por su mundo y que produzca reacciones como la sonrisa o el aplauso, lo que le anima a seguir avanzando, aseguran los expertos.

Finalmente, al cabo de los primeros doce meses cuando el niño alcanza su primer añito de edad, su progreso es espectacular. De hecho, son capaces de decir palabras cargadas de sentido y en su vocabulario abundan las onomatopeyas (pío pío, guau guau) y lo que llaman la sobreexpresión semántica. O lo que es lo mismo decir agua para llamar a todos los líquidos. Un progreso de 10 sin duda a partir del cual se desarrollarán nuevas etapas en su lenguaje.

Foto | sean dreilinger en Flickr
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