“Únicamente se debería ayudar a los niños con los deberes cuando estos presenten dificultades educativas”. Es el principal resultado de una investigación conjunta de tres Universidades: Complutense de Madrid, Internacional de la Rioja, y del País Vasco.
La Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos, acaba de publicar el sexto Barómetro sobre educación y familia: un informe en el que los padres aportan su visión acerca de las clases particulares, el uso del móvil (y otras distracciones) a la hora de estudiar, o el número total de días lectivos, entre otros temas.
No sé vosotros pero yo, por estas fechas, tengo una cita ineludible con las librerías y con la Feria del Libro de Madrid, donde vamos toda la familia en busca de algún libro, cómic y, todos los años, de los cuadernos para las vacaciones veraniegas que están al llegar.
Ayer nos hablaba Leticia sobre una normativa gallega que prohíbe a los colegios mandar deberes a los niños y que se ha aplicado en un colegio a petición de un padre. Esta noticia ha rescatado la vieja polémica sobre las tareas escolares en casa, un tema más de los muchos que dividen a los padres. Quienes se oponen argumentan principalmente que las horas lectivas deberían ser suficientes para el aprendizaje y que los niños han de ser niños y necesitan más tiempo para jugar y otras actividades.
Existen errores que los padres solemos cometer a la hora de querer ayudar a los pequeños en sus tareas escolares. Lo fundamental es saber que, como adultos, no debemos hacer su tarea sino guiarlos o seguirlos.
Hace unos meses hablábamos sobre el debate de la necesidad de realizar tareas escolares en casa. La polémica costó una huelga en Francia cuyas ondas llegaron hasta España. El debate estuvo marcado por la saturación de los niños con actividades escolares y sus beneficios o desventajas. Los que estaban a favor señalaban la necesidad de memorizar y comprender mejor todo lo aprendido en el colegio.
Ya ha empezado el colegio, las vacaciones estivales han terminado, y de nuevo nos toca retomar la rutina entre tareas, trabajos y ejercicios que, a menudo, resultan unos verdaderos galimatías. Aunque cada centro escolar tiene sus propios planes de estudio, raro es el que no incluye los deberes para realizar en casa, a fin de consolidar lo aprendido en clase y ayudarles a avanzar de una forma mucho más rápida y segura.
Son muchos los recursos que se van abriendo paso en Internet para ayudar a los niños en sus tareas escolares. Páginas que, utilizando unos gráficos divertidos, personajes simpáticos y explicaciones sencillas y comprensibles a su edad, les enseñan a utilizar sus recursos culturales y educativos, mientras juegan y se divierten. Una forma, excelente, para aprovechar estas vacaciones veraniegas, no dejando en el olvido ninguna materia sin resolver.
Por fin hemos llegado a las tan ansiadas vacaciones de verano, los niños ya están deseando dejar a un lado sus mochilas, sus tareas escolares, olvidándose de horarios y órdenes establecidas. Sin que llegue a reinar una absoluta anarquía, también necesitan de cierta flexibilidad que les permita disfrutar del tiempo de ocio.
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