Realidad y ficción, para nuestros niños no es fácil distinguirlas
Esta mañana mi niña tenía una nueva pregunta, esta vez sencilla de responder pero con trasfondo, mamá ¿Melendi existe?. Cuando le he dicho que sí ha insistido, ¿pero de verdad de verdad?, ¿seguro que existe?. Creo que la he convencido aunque se ha disgustado un poco porque no vive cerca. Su pasión por Melendi se explica por lo machaconas que son las radios con algunas canciones y lo que le gustan a los niños las cosas repetidas hasta la saciedad. En realidad no es más que un ejemplo de su confusión.