
Parece que ya ha quedado atrás esa malsana costumbre de burlarse de los niños que llevaban gafas, al menos eso se desprende de una investigación realizada por la Universidad de Ohio y encabezada por Jeffrey Walline, profesor de Optometría en ese centro universitario.
Según un estudio basado en encuestas realizado por la Universidad Europea de Madrid, el setenta y cinco por ciento de los niños que llevan gafas alegan no practicar deporte por miedo a romperlas. Entre los que sí que lo practican lo más usual es prescindir de ellas por lo que tienen que realizar la actividad con una visión reducida.
La Fundación Alain Afflelou ha lanzado la nueva campaña de Prevención del Fracaso Escolar que tiene como objetivo tomar conciencia de la importancia de cuidar la vista de los peques. En este sentido, la prevención siempre es la mejor forma de cuidar de una buena salud ocular. ¿En qué consiste esta campaña tan excelente? En la revisión de la vista de niños que tienen entre 5 y 7 años. Y también, se han regalado gafas para niños que las necesitaban. Los resultados de esta campaña muestran datos que merece la pena tener en cuenta:
Con la llegada de nuevas tecnologías el uso del 3D parece estar volviéndose parte de nuestra vida. Pero las gafas 3D podrían acarrear problemas.
Una forma simple de darse cuenta si un niño tiene estrabismo es verlo mirando de reojo. Cuando hablamos de estrabismo nos estamos refiriendo a una alineación de los ojos que miran en distintas direcciones, el más común de todos son los horizontales que miran hacia el interno (estrabismo convergente) o puede mirar hacia afuera (estrabismo divergente).
El cuidado de la vista es fundamental en cualquier etapa vital puesto que se trata de uno de los sentidos más importantes del ser humano. A través de la vista, obtenemos información de referencia del mundo que nos rodea y del entorno. Lo cierto es que el astigmatismo o la miopía también afectan a los niños. En ese caso, el peque necesitará utilizar gafas que es mejor que estén frabricadas en materiales que sean difíciles de romper puesto que los niños no son tan cuidadosos como los adultos a la hora de cuidar las lentes.
Cada vez es más frecuente ver a niños con gafas de sol. No es un capricho de sus padres ni una moda, en realidad están protegiendo la vista de sus hijos contra los rayos solares. Todos los pequeños deberían llevarlas especialmente en la época de primavera y verano, en la nieve o la playa. La exposición a los rayos UV, se relaciona con degeneración macular, cataratas y otros problemas de salud visual.
Según la Fundación Visión COI, el 15 por ciento de las lesiones oculares en España las sufren los menores de 10 años. De los 196 accidentes evaluados en esta franja de edad, el 58,7 por ciento suceden en el tiempo de juego y ocio y durante la práctica de deportes y en muchos casos pueden implicar una pérdida de la visión.