
Ya tenemos a los niños de vacaciones y, seguro, que andamos buscando un buen lugar para que disfruten de este tiempo de ocio que se les puede hacer eterno. Gracias a las buenas temperaturas, lo mejor es que tomen contacto con la Naturaleza y el aire libre, y si además pueden aprender y hacer algo de ejercicio, entonces estamos hablando de un verano bien aprovechado.
Los campamentos de verano se han convertido en piezas fundamentales de la vida de los niños una vez se acaba el curso escolar. Además de procurarles horas de diversión y esparcimiento, también les ayudan a mantener una vida social activa, hacer nuevas amistades, compartir experiencias con niños de su edad, mantenerse sanos y, también, aprender y educarse en un entorno mucho más lúdico y amable.
A veces tenemos la falsa idea que la literatura infantil debe estar, continuamente actualizada. Solemos ofrecer a los niños los últimos títulos que salen al mercado, pensando que irán más con sus gustos, con su día a día, o con esas aficiones novedosas que nada tienen que ver con las que se vivieron hace cincuenta años, por ejemplo. Sin embargo, la literatura infantil clásica, sigue aportando grandes dosis de imaginación y fantasía para los peques, y si no vamos a echar la vista atrás para darnos cuenta de de cómo los cuentos clásicos siguen estando vigentes como el primer día, a pesar de los siglos que han transcurrido.
Estamos en plena temporada y los centros culturales y salas de teatro se llenan de buenas propuestas para disfrutar todos juntos. Circo, musicales, cuentos dramatizados o divertidas parodias, son algunas de esas obras que podemos encontrar para que los pequeños se acerquen a ese mundo mágico, cercano y muy especial de la escena.
Llega el verano, época por excelencia de campamentos para nuestros hijos. Cuando nos planteamos qué campamento elegir nuestra primera prioridad debe ser que éste muestre un buen equilibro entre diversión y educación. Y uno de los que mejor nos ofrecen esto es el que hoy os presentamos: Summer Surf Camp.
Ya estamos entrando en el final del curso escolar y tenemos que ir preparando actividades para los más pequeños. Aunque el tiempo vuela, esos meses de verano se pueden hacer muy largos si los niños no están entretenidos. Es el momento ideal para animarles a la lectura.
Una de las diversiones que se convierten en favoritas para los niños es el teatro. Ese lugar mágico en el que sus personajes favoritos se vuelven de carne y hueso y es tal la cercanía, que no pueden más que asombrarse. Divertidas aventuras, emocionantes secretos e, incluso, escenas de pánico, son sólo algunos de esos ingredientes que podemos encontrar sobre el escenario.
Es vital para el ser humano poder expresar sus sentimientos, quizás esta es la función principal del arte. A través de las distintas manifestaciones artísticas logramos conectar con el mundo de los sentimientos, con ese etéreo paisaje que habita en nuestra alma y que nos enseña todo un universo de emociones que necesitamos transmitir. Los niños son una fuente inagotable de emociones, sentimientos y novedades anímicas que, en muchas ocasiones, no saben donde situarlas, por eso pintan, escriben, cantan o se inventan personajes imaginarios que, al fin y al cabo, pertenecen a su mundo de sentimientos.