
Durante las vacaciones de verano los niños tienen tiempo libre para casi todo, incluso para aburrirse. Dicen los expertos que no está de más que también tengan momentos en los que no hacer nada, para así valorar mucho más la actividad. Pero entre esos otros momentos en los que tenemos que mantenerlos ocupados y entretenidos, a veces nos resulta difícil encontrar actividades ajustadas para ellos. Una de nuestras aliadas pueden ser las manualidades.
Las vacaciones de verano son para disfrutarlas, ir a la playa, al campo, dormir muchas horas y, también, buscar centros de ocio distintos donde, además de divertirnos también podamos seguir aprendiendo y ampliando nuestros conocimientos. Los museos se convierten, entonces, en auténticos lugares de diversión para que los niños se inicien rumbo a nuevas aventuras.
Seguramente muchos de vosotros ya tendréis la casa bien decorada para la Navidad, otros, como yo, en cambio, estamos esperando encontrar el hueco perfecto y el tiempo libre necesario para entregarnos a esta divertida y encantadora tarea. También, y a decir verdad, estoy esperando que los niños terminen la escuela para que me echen una mano en ello, negarles esa diversión es como, casi, cerrar la puerta a la Navidad.
Cada vez existe mayor conciencia sobre la importancia de aprender a reciclar, sin embargo, cuanto más pequeño es el niño más fácil que asimile hábitos de conducta importantes en beneficio del cuidado del medio ambiente. Por ello, los padres tienen que educar con el ejemplo a la hora de reciclar. Pero para lograr este objetivo también es positivo tomar algunas iniciativas. Por ejemplo, envuelve el bocadillo del almuerzo de tus hijos en un portabocadillos reutilizable en vez de utilizar papel de plata. En la actualidad, es posible conseguir portabocadillos de Tom y Jerry comprando paté La Piara.
¿Qué mejor forma que aprovechar el tiempo libre del verano realizando actividades manuales, al mismo tiempo que les enseñamos la importancia del reciclaje? Por eso las manualidades siguen siendo una de las actividades que más gusta a los niños. Transformar objetos desde la nada, crear juguetes o regalos con los que obsequiar a mamá, a los abuelos o algún amigo, son pequeños gestos que les enseñan la importancia y valor de nuestra propia creatividad al servicio de los demás.
Ya hemos visto en fechas anteriores la importancia del reciclaje, y de como debemos educar e instruir a nuestros niños para que sigan estas mínimas normas y así, de este modo, conseguir vivir en un mundo más limpio y equilibrado, respetando nuestro entorno natural. Pero, también es cierto, que no siempre estamos seguros de que tipo de objetos van a un contenedor u otro, lo que nos lleva a cometer algunos errores que pueden ser salvados sólo conociendo su correcta ubicación.
Hay cajas y envases de todos los tamaños y formas que cada día acaban en la basura. Una forma estupenda de reciclaje es usarlas como material para hacer manualidades con los niños. Os hemos propuesto varias ideas, una casa de muñecas, un árbol de Navidad y un disfraz de elefante, entre otras. Pero hay muchas más, por ejemplo, transformarlas en una ciudad de cartón hecha por los niños.
En marzo os contamos la historia de Aitana, la pequeña de Tarazona que necesita una compleja operación en Boston. Como decíamos entonces, no es un capricho de sus padres llevarla a Estados Unidos, el tratamiento que necesita la niña es tan complejo que sólo puede hacerse con garantías allí. El problema es el de siempre, sus padres no pueden asumir el enorme coste que suponen las operaciones y no están recibiendo ayudas. Como con las autoridades no consiguen nada, aunque no cejan en el empeño, organizan festivales, dan entrevistas y se mueven constantemente para lograr la financiación.
Si un niño se involucra en una causa pone toda su alma en ella. Por eso las campañas anti-tabaco o de seguridad vial en el cole son importantes. Los peques lo toman con mucha seriedad y lo transmiten en casa. Para que funcione debe haber un buen comunicador y deben tener un aliciente y una aplicación práctica. La campaña de reciclaje que se ha puesto en marcha en Huelva parece tener todo lo necesario para "enganchar" a los niños.