Una vez finalizadas las vacaciones de verano, los momentos de ocio se han quedado en exclusiva para los fines de semana. Es así como las familias, que hemos retomado la rutina, buscamos buenas alternativas para disfrutar todos juntos. Una de estas alternativas es, sin duda, el teatro. A los peques les encanta dejarse llevar por la emoción de todo lo que sucede en la escena.
Como ya hemos dicho en multitud de ocasiones, el verano puede ser una época estupenda para que los niños se inicien en el divertido, y siempre impactante, mundo de la lectura. Leer por placer, dejarse llevar por la imaginación o disfrutar viajando a imposibles paisajes, puede ser una forma de entretenimiento ideal para cuando los niños están descansando de sus labores escolares. Además de pasar tiempo en el aire libre, retozar en la playa o nadar en la piscina, también es importante que no dejemos a un lado el beneficioso hábito de la lectura, mucho más cuando se realiza por puro placer.
Este año el mundo de la literatura infantil está de fiesta, y es que uno de sus creadores más importantes cumple los 100 años de su nacimiento. Aunque desgraciadamente, Roald Dahl, ya no está entre nosotros, lo cierto es que los artistas tienen una ventaja frente al resto de mortales, sus obras y creaciones traspasan el tiempo para seguir emocionándonos y transmitiendo esos valores que tanto necesitamos en la educación de nuestros niños.
Cuando aprietan las bajas temperaturas y necesitamos divertirnos siempre al abrigo de un buen lugar, nada mejor que acudir al teatro. Por eso cada vez son más las ofertas lúdicas que en torno al mundo teatral se ofrecen para los más pequeños, además de diversión ilimitada, se les ofrece una puerta mágica por la que introducirse hacia el mundo de la creatividad, consiguiendo que sean, sin duda, adultos mucho más sanos y más felices.
Cuando se acerca la Navidad los corazones tienden a ablandarse y ha ser más generosos con los demás. Las colaboraciones con proyectos solidarios suelen aumentar en estas fechas, aunque lo ideal sería que pudiésemos mantenerlas durante el resto del año. Así pues, hoy quiero aprovechar para hablaros sobre una iniciativa que ha puesto en marcha el proyecto Arriba y Abajo en colaboración con la empresa Mr.Garamond y la organización Bubisher.
Ya hemos hablado, en multitud de ocasiones, de la necesidad de acercar a nuestros niños al mundo de los libros y la lectura. Así una forma estupenda de aficionarlos es, sin duda, practicar con el buen ejemplo. Nosotros como padres y educadores no podemos dejar todo en manos de la suerte, de la providencia o de la escuela ciertos aspectos educativos y emocionales que, lo miremos por donde lo miremos, nos compete a nosotros exclusivamente.
Leerle a los niños es una buena tarea que aúna lazos entre las familias, nos ayuda a crecer en la sensibilidad y, además, conseguimos que sean futuros lectores con todo lo que ello implica en su crecimiento personal y emocional.
Una de las prácticas que deberíamos adoptar desde el minuto uno de vida de nuestro bebé es la de leerles cuentos. El contacto con los libros, desde bien pequeños, les va a servir para crecer en emociones, en imaginación y en fantasía, por no decir los múltiples beneficios que acarrea la lectura para su futura entrada en la escuela y desarrollo lingüístico.
Hoy se celebra el día del Libro y está fecha, bien merece una reflexión sobre la relación que existe entre un libro y la felicidad infantil. En primer lugar, los libros aportan una forma de ocio y de entretenimiento que resulta muy económica. Es decir, a muy buen precio, es posible pasarlo bien gracias a una historia. Por otra parte, los niños tienen acceso a otros mundos y otras formas de vivir, por tanto, pueden viajar a través de la imaginación. Se trata de un viaje diferente al que realizan cuando van al cine. En este caso, la lectura de un libro también es saludable a nivel emocional, ayuda a mejorar la comprensión del lenguaje, favorece la lectura interior, estimula el cerebro y la memoria visual…
Un año más Madrid se viste de gala, al igual que el resto de nuestra geografía, para celebrar el Día Internacional del Libro. Una celebración sumamente especial que intenta acercar a el público, de todas las edades, la pasión por la lectura. Y los niños no iban a ser menos.
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